¿Cómo puedes ayudar a cuidar el medio ambiente desde tu casa?

Tenemos algunas ideas simples para que puedas cuidar tu hogar, desde tu hogar.

¿Qué necesitamos para generar el cambio que nos falta? Pues empezar con pasos pequeños desde el sitio que mejor conocemos: nuestras casas. Aquí algunas ideas para que la tarea no se quede en la teoría y salte a la práctica.

• Identifique a qué llama residuos. Es importante que clasifique la basura. Las cifras lo explican mejor: aproximadamente el 52% de los residuos en una casa son orgánicos, 11% de plástico, 10% de papel y un 2,5% vidrio. En función a eso se pueden armar los tachos. “El objetivo principal es reducir el despilfarro de materias primas; debemos primero reducir en el origen: no comprar más de lo necesario y luego separar correctamente los residuos”, aconseja Erick Ylave, jefe de procesos de Kimberly-Clark. 
  
  
• En la medida que se pueda, evite los juguetes que funcionan a pilas. Úselas únicamente en los artefactos que sean necesarios o, en todo caso, que sean pilas ecológicas o recargables. “En nuestro país todavía no está muy bien establecido qué hacer con los residuos electrónicos. Lo ideal es guardarlos y contactarse con alguna entidad que pueda llevárselos”, añade Ylave. Muchos supermercados tienen contenedores para depositar estos residuos.
  
  
• Reemplace los químicos que no sean imprescindibles. El área de Escuelas Sustentables del grupo GEA (ONG que promueve el cambio produciendo rentabilidad social, económica y ambiental) sugiere reducir el uso de perfumadores de ambiente, insecticidas, ácido muriático, kerosene y productos de limpieza a lo estrictamente necesario.
  
  
• Cuide sus desagües. Vierta el aceite usado en una botella sellada y arrójelo a la basura. Al tirarlo por el caño contamina el agua. Asimismo, evite botar el papel higiénico u otros elementos al inodoro, pues estos residuos terminan en el mar y en los ríos.
  
  
• Los desechos orgánicos se pueden reciclar en casa. “Si tienes jardín, la materia orgánica como las cáscaras de verduras y frutas, semillas, etc. no necesitan pasar por un proceso. Se pueden sembrar sin ningún problema porque se degradan solos”, explica Erick Ylave de Kimberly-Clark.