viernes, 18 de julio de 2014

La vida secreta de los celulares

¿Odias a tu jefe? ¿Tienes problemas sexuales con tu pareja? ¿Estás harto de que todos en Facebook vivan vidas perfectas? Hay una app para eso. Se llama Secret, sólo funciona en celulares y recupera uno de los pilares de la interacción en Internet: el anonimato.


Hasta hace unos meses, Secret era la última moda entre los geeks de Silicon Valley pero en los últimos meses ha ampliado su círculo mucho más allá y amenaza con convertirse en un fenómeno global. No sería de extrañar, su premisa es muy atractiva y sencilla: es como un Twitter, en el que salen los mensajes de personas que son tus amigos en otras redes sociales solo que no sabes quién ha escrito qué. No sabes qué amigos tuyos están en Secret, solo sabes cuántos.

Si marcas un secreto como favorito o lo comentas, ese secreto “viaja” al timeline de tus amigos (la autoría se da al “amigo de un amigo”). Así se difunden. Incluso pueden establecerse “conversaciones”. Sirve como descarga, terapia, confesionario, libelo, como sea.

Por supuesto, no todo lo que la gente escribe es cierto. Imagino que ése es el encanto. Hasta hace un par de meses, Secret se había convertido en el sitio principal de raje de la cultura startup (el emprendedurismo digital), pero ya salió de los confines de Silicon Valley y se ha vuelto un fenómeno en ciudades como Los Angeles, que es la nueva ciudad para poner algo de moda en Internet.

Los Angeles es la cuna de Snapchat y de Tinder (tanto así, que a los equipos de ambas aplicaciones les gusta andar juntos por la ciudad). Snapchat es, de lejos, la estrella de las nuevas aplicaciones de mensajería. Se volvió un fenómeno el año pasado gracias a un concepto novedoso: los mensajes, imágenes y videos que se envían por allí se autodestruyen a los 10 segundos, como máximo.

Esto lo ha convertido en la aplicación favorita para el “sexting” (es decir, el sexo por “texting”, mensajes de texto). Aunque un reciente estudio asegura que el 70% de sus usuarios jamás usaría la aplicación para enviar mensajes con contenido sexual, sino que lo usan porque es “divertido”. Esto, de todas formas, es mucho. Especialmente si tenemos en cuenta que diariamente, en todo el mundo, se envían 700 millones de fotos y videos a través de esta aplicación. Actualmente, Snapchat está bajo investigación ante acusaciones que aseguran que los mensajes no necesariamente “desaparecen”.

Si Snapchat ya está establecido en el mercado y Secret es la próxima estrella, en un punto medio se encuentra Tinder. Sus creadores aseguran que surgió ante su insatisfacción con las viejas webs de “citas”. Tinder, aseguran, es mucho más amigable, sobre todo, con las mujeres. Su dinámica es sencilla: gracias a la geolocalización, muestran fotos de otros usuarios de Tinder que están cerca. Decides si te gusta o no. Si esa persona ve tu foto y también le gustas, la aplicación te avisa y habilita la posibilidad de una conversación. En teoría, como está enlazado a Facebook, evita perfiles falsos. Está disponible en 24 idiomas y genera 10 millones de “matches” por día. Irónicamente, uno de sus fundadores ha sido demandado por acoso sexual. 

Todas estas interacciones ocurren lejos de la visibilidad de las redes sociales e, incluso, al margen de la world wide web. Las aplicaciones son, cada una, un mundo en sí mismas. Un mundo paralelo, íntimo, secreto.

Fuente: http://larepublica.pe/blogs/pasado/2014/07/08/la-vida-secreta-de-los-celulares/

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